domingo, 18 de mayo de 2014

King Döner Kebab

Comida

El kebab que te sirven, envuelto en el papel estándar de Döner Kebab, es muy contundente, con más carne que ensalada y aparentemente bien mezclado hasta que llegas al final, momento en el que te encuentras una capa final de lechuga y entonces, por un momento, piensas que este manjar no afectará a tu dieta. El pan de pita es finito, blandito por dentro y crujiente por fuera. Hay variedad y frescura en las verduras que utilizan, entre las que encontramos zanahoria, remolacha, tomate, lechuga y cebolla; el queso no está entre su cartera de productos. Te lo sirven en platos normales y se muestran reacios a ofrecerte de forma voluntaria los cubiertos, tendrás que pedirlos tu mismo.


La bebida que te sirven, en nuestro caso Coca-Cola, es de producción francesa, aspecto que intentan ocultar al consumidor con una pegatina en español. No te ofrecen vaso pero te dan multitud de servilletas para contrarrestar este hecho.


El precio del kebab es de 3.50€ y el durum 3.80€


Local

El local, situado en López de Gomara está aparentemente limpio y es muy luminoso, con un interior pequeño pero compensado con el espacio en la terraza. Cocina visible y bastante limpia, sillas cómodas en comparación con lo que nos podemos encontrar normalmente y una televisión en la que previsualizar todo tipo de novelas árabes.


Terraza King Doner Kebab


En cuanto a la decoración, intentan darle un estilo más “moderno” pintando cada espacio de verde lima y rojo marronusco, por supuesto, en perfecta simbiosis con la decoración exterior, que sigue la misma gama de colores. Tiene un cartel visible con una letra bold, palo seco, mayúscula y con un mensaje conciso, “KING DONER KEBAB”, con letras blancas y fondo rojo. El dinero que se han ahorrado en el decorador lo han invertido en un diseñador gráfico.


Pero en esta visita el baño merece nuestra especial atención. Al adentrarte en la fácil búsqueda de éste te encuentras una nevera cerrada con cadenas en el pasillo y en el extremo el servicio, sin señalar. Una vez dentro la cosa no mejora, está sucio y lleno de moscos pero siempre siguiendo la estética del local. No hay espejo pero a cambio de ello hay una cortina que si retiras verás unas verjas y detrás de ella una señora en su cocina fregando los platos. La fregona se encuentra dentro del baño pero lo más inquietante es el agujero que comunica la cocina con el baño de señoras, perfectamente perforado, y si te asomas desde el WC puedes ver al camarero en sus quehaceres profesionales.


Servicio

El hombre que lleva el local es bastante activo, se basta él solo para atender y hacer kebabs. Simpático pero bastante reservado. Sirve rápido y en la mesa.

Votación
 Albalya: 7,5
               Maymara: 6,5

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